viernes, 1 de mayo de 2009

El crack 29


El Crack del 29, también conocido como la Crisis del 1929 o el Gran Crack, fue la más devastadora caída del mercado de valores en la historia de la Bolsa en Estados Unidos, tomando en consideración el alcance total y la larga duración de sus secuelas. Tres frases son usadas para describir este colapso de los valores de las acciones: Jueves Negro, Lunes Negro y Martes Negro. Todas ellas son apropiadas, dado que el crack no fue un asunto de un solo día. La caída inicial ocurrió el Jueves Negro (24 de octubre de 1929), pero fue el catastrófico deterioro del Lunes Negro y el Martes Negro (28 y 29 de octubre de 1929) el que precipitó la expansión del pánico y el comienzo de consecuencias sin precedentes y de largo plazo para los Estados Unidos. El colapso continuó por un mes

ANTECEDENTES


Después de la Primera Guerra Mundial, Estados Unidos de América era el principal país productor y exportador mundial, pero el gran endeudamiento que alcanzaron las principales naciones con ese país originó que el bloque europeo suspendiera las compras a la potencia, por lo que no tenía dónde colocar el excedente de producción dado el descenso de las ventas al exterior.
Algunos autores afirman que fue a consecuencia de un bajo consumo, más que de superproducción; es decir, el problema no fue el exceso de oferta, sino más bien la reducción de la demanda: al presentarse bajos niveles de consumo, no se adquiere todo lo que se produce.


Causas de la expansión de la crisis


Estrecha relación económica y financiera entre EE.UU. y el resto del mundo.
Ausencia de mecanismos de cooperación internacional.
Aumento de las medidas proteccionistas.
La crisis afecta en especial a las naciones o regiones más dependientes de EE.UU:


Japón: este país destinaba 1/3 de sus exportaciones a EE.UU.
América Latina: la crisis se inició hacia 1931.
Alemania / Austria: en marzo de 1931, el principal banco austriaco, Credit Amsteld, suspende los pagos y en su quiebra arrastrara los grandes bancos austriacos y alemanes. La crisis bancaria alemana repercutió en toda Europa.
Gran Bretaña: la crisis no supuso una brusca caída porque su economía todavía no se había recuperado de la crisis provocada por la I Guerra Mundial y por la crisis de 1921 al 1924. En septiembre de 1931, se acordó que la libra esterlina abandonaría el patrón oro, su objetivo es la devaluación de la moneda. Sin embargo Gran Bretaña tenía una serie de ventajas para salir de la crisis, pues disponía de grandes reservas de oro en sus dominios. Además, poseía un imperio mundial que le permitía un comercio interno independiente de la situación mundial o internacional.
Francia: es el menos sacudido por la depresión. La crisis no provoca un descenso brusco de índices industriales, y el paro no aumenta tanto como en otros países. El que se vea menos afectado se debe su menor nivel de industrialización y a que poseía una agricultura diversificada que le permitió luchar contra la crisis. No deja de experimentar dificultades, tras la devaluación de la libra, que convirtió a los productos franceses en caros y escasamente competitivos.
España: la crisis afecta poco a España desde el punto de vista económico, por su escaso nivel de industrialización, por su escasa participación en el comercio internacional y por el escaso nivel de inversiones extranjeras en España. Además, la integración de la economía española en la economía mundial era baja. Aunque el crack, sí tuvo hondas repercusiones en el aspecto político. Así, el proyecto de la II República, fue frustrado en parte por la crisis del 29 por varios motivos

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